Las 3 razones por las que esta situación sanitaria no desaparecerá en este 2021
La ilusión de la inmunidad es un sueño que nos llena de esperanza y que pareciera se encuentra en un lapso de tiempo cercano pero la realidad es que esta más alejado de lo que podríamos imaginar…
Hace unos días la revista The Economist señaló una realidad que nos podría aterrorizar:
El SARS-CoV-2 no se va a ir con la vacunación, se va a quedar con nosotros por mucho tiempo.
Lo anterior no quiere decir que las vacunas no vayan a funcionar, pero el hecho es que la guerra contra el virus va a ser un proceso muy prolongado.
Aún y con la aplicación de las vacunas, ¿Por qué motivos no tendremos un mundo libre del SARS-CoV-2 en los siguientes años según The Economist?
Los motivos son 3, conozcamos más a detalles sobre ellas:
1.- Las vacunas están llegando muy lentamente.
Hasta hace algunos días, se habían aplicado en el mundo 165 millones de dosis. El 75% correspondió a Estados Unidos, China y Europa. El otro 25% se repartió en los países restantes.
Fuera de los países y regiones referidas, solo en seis naciones se ha aplicado más de 1 millón de dosis y en el 85% de los países ni siquiera ha comenzado el proceso de vacunación.
En México, como sabemos, se están acabando las vacunas disponibles y las dosis aplicadas suman poco más de 725 mil, equivalentes al 0.57% de la población total.
Con base en los datos anteriores, pensar en alguna inmunidad es relativamente imposible.
2.- Las mutaciones del virus.
Una segunda razón por la cual el SARS-CoV-2 podría seguir con nosotros por mucho tiempo es por la habilidad que tiene para generar mutaciones.
Las más importantes -que no las únicas- hasta ahora son las llamadas B.1.1.7, que apareció en el Reino Unido; la B.1.351, de Sudáfrica y la P.1 de Brasil.
Incluso, en México ya tenemos nuestra propia mutación, la E484K, que surgió en el estado de Jalisco.
Y quizás más preocupante es el brote de reinfecciones que se produjo en Manaos, Brasil, con la nueva variante, lo que sugiere que los anticuerpos producidos no impidieron enfermar de nuevo.
Los expertos señalan que es altamente probable que en el futuro podamos observar otras mutaciones y no sabemos con certeza qué tan eficaz serán las vacunas en contra de ellas.
3.- Los no vacunados
Un tercer elemento a considerar es que hay una parte de la población que no recibirá la vacuna, sea por decisión propia, por ser menor de edad o por vivir en lugares en los que será muy difícil llevar las vacunas.
Un modelo citado por The Economist revela que si un 10% de la población susceptible de enfermarse se encuentra en ese caso y se abandonan las medidas de distanciamiento social y protección, podríamos tener un brote mortífero.
Los cálculos señalan que, debido a las nuevas variantes, para conseguir la llamada inmunidad comunitaria o “de rebaño”, se requiere que el 80% de la población desarrolle anticuerpos, así de grande es el reto al que nos enfrentamos.
A pesar del impresionante esfuerzo por la ciencia en elaborar una vacuna en tiempo récord, seguiremos con un ritmo relativamente lento el proceso de inmunización y lo más probable es que tengamos un comportamiento irregular de los contagios, con avances y retrocesos sucesivos en el curso de todo este año.
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